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Una vez que hayas encontrado la información que coincida con el tema y los requisitos de tu investigación, debes analizar o evaluar estas fuentes de información. La evaluación de la información te anima a pensar de forma crítica sobre la fiabilidad, la validez, la exactitud, la autoridad, la actualidad, el punto de vista o el sesgo de las fuentes de información.
El hecho de que un libro, un artículo o un sitio web coincidan con tus criterios de búsqueda y, por tanto, parezcan, a primera vista, relevantes para tu investigación, no significa que sean necesariamente una fuente de información fiable.
A continuación te presentamos algunos criterios que puedes seguir para evaluar la información recopilada y adquirir habilidades críticas para elegir las fuentes más relevantes y adecuadas para tu trabajo.
Relevancia
Es importante determinar la relevancia en torno al tema que se está investigando. Normalmente para establecer la relevancia deberemos determinar qué información necesitamos, qué tipo de fuentes usaremos, y cómo vamos a utilizarla (para realizar un ensayo, una monografía, una presentación, un trabajo final de carrera, una tesis, etc.) para saber si la información nos es relevante o no.
Autoridad
Esta información puede obtenerse de los registros detallados de los artículos en las bases de datos. También se puede utilizar ResearchGate o los sitios web académicos e institucionales para comprobar los antecedentes de los autores. En la Universidad Complutense contamos con el Portal de Producción Científica donde puedes comprobar toda la producción científica de la Universidad.
Los libros y los libros electrónicos publicados por editoriales de renombre han sido verificados por estas instituciones. Asimismo, las revistas revisadas por pares han sido verificadas por expertos o académicos, antes de ser publicadas. Suelen ser buenas fuentes de información.
Sin embargo, en los sitios web, noticias, wikis, etc. hay que identificar a los autores y comprobar su autoridad o experiencia.
Si la información no incluye el nombre del autor, entonces se debe evaluar la institución o editorial que respalda la publicación y determinar si cuenta con la autoridad y el estudio necesario sobre el tema.
Actualidad
Lo que se considera información actualizada puede cambiar de un campo a otro. Algunas áreas de estudio cambian rápidamente y habría que utilizar las fuentes de información lo más recientes posibles, mientras que otros temas de investigación, por ejemplo historia y literatura, requerirán que se utilicen obras importantes anteriores.
Fiabilidad
Utiliza fuentes solventes y evita fuentes poco fiables. Cuando buscamos información científica, lo más recomendable es acudir a fuentes académicas e institucionales.
Fuentes solventes:
Fuentes poco fiables:
Exactitud
Es especialmente importante que los recursos presenten información que haya sido recopilada, utilizada y analizada de forma transparente. Esto significa que los datos deben ser verificables, comprobados por otros (revisión por pares) y seguir las normas adecuadas para ese campo de estudio. Hay que prestar especial atención a los sitios web que a menudo parecen estar bien investigados, pero que en realidad no ofrecen documentación de apoyo o no revelan la metodología y las fuentes utilizadas para recopilar la información presentada.