Queridos lectores:
Seguimos al pie del cañón porque la #bibliotecacomplutenseenlinea sigue abierta. Hoy os proponemos la segunda parte de novelas de epidemias para que entretengáis la espera mientras todo vuelve a la normalidad. #yomequedoencasa leyendo novelas emocionantes, ¿y vosotros? Podéis encontrar casi todas en formato electrónico a través de las colecciones de la UCM, de eBiblio o en abierto las que están libres de derechos de autor. ¡¡A leer!! Nos encantaría que compartieses vuestras impresiones en las redes sociales con el hashtag #literaturaepidemica:
Imagen: Leonid Pasternak (1862–1945) , Under a Lamp. (Lev Tolstoy in the Family Circle). Fuente: WikimediaCommons
1. La muerte en Venecia, de Thomas Mann
Empezamos por este clásico de literatura de epidemias. El anciano y respetable escritor Aschenbach decide pasar una temporada en Venecia en busca de inspiración, cuando le suceden dos cosas que lo trastocan: se enamora silenciosamente de un muchacho de 14 años y se declara una epidemia de cólera en la ciudad que las autoridades ocultan astutamente para evitar el éxodo de turistas (ejem, ejem). Aschenbach renuncia a partir por seguir contemplando al muchacho en la distancia. Esta novela es imprescindible, además de corta.
2. La peste escarlata, de Jack London
Esta novela apocalíptica de 1912 inspiró La carretera de 2006. Os copio lo que dice el editor https://librosdelzorrorojo.com/catalogo/la-peste-escarlata/ para que se os haga la boca agua: La humanidad moría como moscas en ausencia de una cura que pudiera hacerle frente, y el vano éxodo de la civilización desertizó las ciudades, devastadas por el pillaje, los incendios y la violencia.
Muy pocas familias lograron escapar del contagio, y la población mundial quedó reducida a pequeñas tribus que apenas suman los cuarenta individuos. Mientras el caos se apodera de las costumbres y de la cultura, la vegetación se extiende por la tierra cubriendo con su verde manto los vestigios de una civilización y las fieras recorren a sus anchas senderos, bosques y playas.
Sesenta años después de estos primeros acontecimientos, al final de su vida, un entrañable anciano superviviente, James Howard Smith, antiguo profesor de literatura en la universidad, narra a unos jóvenes asalvajados las catastróficas consecuencias de la Peste Escarlata en un intento de transmitirles breves recuerdos de la historia de un mundo que ya nadie recuerda. Las visiones de un pasado idealizado —en una época dorada en la que los seres humanos aprendían a pensar en las escuelas y la humanidad era propietaria de todas las cosas y dominaba sobre la naturaleza— contrastan con el paisaje pesimista de los nuevos hábitos de la pequeña población, que desconoce el jabón, caza para sobrevivir y adorna su cuerpo con la osamenta de cadáveres afectados por la peste.
Sugerente, ¿verdad? Son menos de 200 páginas
3. Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago
Novela cumbre de Saramago para muchos, narra con su peculiar estilo una extraña epidemia que se extiende por la población y a la que llaman “ceguera blanca”. Sin saber cómo ni por qué, la gente se va quedando ciega. En un principio recluyen a los infectados en un edificio abandonado. Pronto los abandonados son ellos a medida que toda la población pierde la vista. Tiene distintas interpretaciones. En todas ellas sale lo mejor y lo peor del ser humano: la generosidad, la avaricia, la solidaridad, la violencia, el amor...Esta novela estremecedora no se olvida fácilmente.
4. El amor en tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez
Entre Cien años de soledad y esta, no sabría decir cuál es la obra maestra de García Márquez. Un joven Florentino Ariza y una chiquilla llamada Fermina se enamoran y deciden casarse. Enterado el padre de ella, decide llevársela de viaje con la esperanza de que se olvide de él porque desea un marido mejor para su hija. A la vuelta, ella rechaza a Florentino y acaba casándose con un médico. Mientras tanto, él espera cincuenta años hasta que Fermina enviuda para confesarle su amor y pedirle matrimonio. Le invita a un crucero por el río para revivir la pasión mientras pasan por territorios asolados por el cólera. Para que su amor no muera, deciden izar la bandera amarilla en el barco (señal de cuarentena a bordo) para no tener que volver a la vida cotidiana y así seguir navegando para siempre. La película no tiene nada que ver con esta fabulosa novela.
5. El Decamerón, de Giovanni Bocaccio
Es el clásico de las pestes literarias. Narra la peste que diezmó a los florentinos en 1348. Bocaccio sitúa a tres hombres y siete mujeres en una casa de campo a las afueras de Florencia donde han ido a refugiarse huyendo de la enfermedad. Durante diez días, por entretenerse, se dedican a contar historias galantes y licenciosas por turnos: un total de cien relatos. Algunos son verdaderos hallazgos, como el de un listillo que pretende convertir en yegua a la mujer de su socio comercial… y hasta aquí puedo leer porque pensamos publicarlo en el blog próximamente ;). Pier Paolo Pasolini lo llevó a la gran pantalla recreando las aventuras más eróticas.
6. Diario del año de la peste (Daniel Defoe)
No la he leído así que copio lo que dice el editor: Considerado una de las cumbres de la literatura inglesa de todos los tiempos, el Diario del año de la peste es un escalofriante relato novelado en el que se describen con crudeza los horribles acontecimientos que coincidieron con la epidemia de peste que asoló Londres y sus alrededores entre 1664 y 1666.
Daniel Defoe, con precisión de cirujano, se convierte en testigo de los comportamientos humanos más heroicos pero también de los más mezquinos: siervos que cuidan abnegadamente de sus amos, padres que abandonan a sus hijos infectados, casas tapiadas con los enfermos dentro, ricos huyendo a sus casas de campo y extendiendo la epidemia allende las murallas de la ciudad. El Diario del año de la peste es una narración dramática y sobrecogedora, con episodios que van de lo emotivo a lo terrorífico, un relato preciso y sin concesiones de una altura literaria que todavía hoy es capaz de conmovernos hasta las lágrimas.
Hummm, creo que voy a intentar conseguirlo estos días...
7. Apocalipsis, de Stephen King
Esta novela, favorita de los amantes del terror, solo es apta para valientes porque tiene ¡1600 páginas! Va de un virus gripal, creado artificialmente como posible arma bacteriológica, que se extiende por Estados Unidos y el mundo, provocando la muerte de la mayor parte de la población. Los supervivientes tienen sueños comunes, en los que aparece una anciana y un hombre joven. La mujer anciana los incita a viajar a Nebraska para combatir a Randall Flagg, un abominable personaje que lidera las fuerzas del mal y busca la aniquilación definitiva de la humanidad mediante un temible arsenal nuclear.
8. Robin Cook: Vector, Epidemia, Contagio, Invasión
Robin Cook es un médico y novelista estadounidense que escribe sobre medicina y temas que afectan la salud pública, pero es más conocido por sus novelas que combinan suspense y temas médicos. Seguramente lo conocéis por Coma y otras novelas adaptadas al cine. En Contagio Una epidemia tan terrible como inexplicable se desata en el campus de una universidad norteamericana: lo que empieza como un simple resfriado se transforma en una serie de síntomas que desafían cualquier diagnóstico posible. Mientras tanto, desde la vastedad del espacio interestelar, una amenaza mortal acecha a los seres humanos.
Vector narra una peripecia En Nueva York, donde un emigrado ruso se dedica a producir armas bacteriológicas en su tiempo libre y un grupo paramilitar de ideología fascista está dispuesto a utilizarlas en un salvaje atentado. Los tranquilos paseantes del Central Park ignoran que está a punto de producirse una catástrofe de consecuencias pavorosas.
Epidemia va de una clínica de Los Ángeles donde un médico y siete pacientes se hallan en estado crítico a consecuencia de un virus intratable y altamente contagioso.Pronto surgen casos en clínicas de otros puntos del país mientras cobra fuerza la hipótesis de un sabotaje.
Por último, en Invasión, La ciencia médica se ve desbordada por una enfermedad desconocida, una enfermedad cuyos orígenes no son de este planeta...
El estudiante universitario Beau Stark fue el primero en recoger uno de los extraños discos negros que había por toda la ciudad. Al principio dolía como la picadura de una abeja. Más tarde tomó los síntomas de un resfriado común. Poco a poco fue convirtiéndose en una virulenta infección.Todo comenzó hace millones de años, mucho antes de la aparición del ser humano, con la visita de unos misteriosos extraterrestres. Ahora solo unos pocos hombres y mujeres serán capaces de investigar y comprender en toda su magnitud la pavorosa pesadilla que se cierne sobre el planeta. ¿Serán capaces de evitar sus nefastas consecuencias?
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